Cada verano hay alguna ola de calor, y cada inverno la de frío. Pues... ¡ya está aquí la ola de frío siberiano! ¿Cómo lo lleváis? A mí me gusta mucho más el verano o la primavera y cómo nos vestimos en esa época, pero... ahora toca ponerse divina y muy abrigada. He intentado combatir las bajas temperaturas con este look con colores militares.
Llevo un vestido de punto verde muy sencillito que adorno con un cinturón marrón, cuyo cierre me parece súper original. Ambas piezas las compré en Chic, en la calle Fuencarral de Madrid.
Los pantys son de El Corte Inglés y la camiseta de lycra de media manga, de Zara. Como os he contado en otras ocasiones, la compré con las mangas largas, pero las he transformado en medias mangas, porque me siento mucho más cómoda.
Complemento el look con unos pendientes de bola y un anillo del mismo color que el vestido. Los tengo de hace tantísimo tiempo que no recuerdo dónde los compré. En la solapa decoro el vestido con un broche que yo misma he realizado con fieltro. El esmalte de uñas es de YesLove, el color número F06.
Las botas marrones son de Aurori, en la calle Fernández de los Ríos, de Madrid. Y el bolso lo compré en Hermosa, en Fernando el Católico, en la misma ciudad.
Me cubro con un abrigo marrón, de fondo de armario, que ya os había mostrado en anteriores entradas. Y me envuelvo en una maxi-bufanda creación de mi madre. Es larguísima y muy muy calentita. La puedo poner de miles de maneras... ¡me encanta!
¡Gracias, ama!
Los guantes son verdes, de piel vuelta, comprados en Carrefour.
Y... ¿qué me decís de la diadema? ¡A qué es una chulada! Tengo varias, todas hechas por mí, os las iré enseñando... La que llevo hoy es una de las que pasan más desapercibidas. Todos estos tocados realizados con plumas, sobre todo los más grandes, son geniales para llevarlos en bodas.
El look de hoy te lo dedico a ti, lectora de las cuissardes marrones.
¡Y ya es febrero, chicas!
Llevo un vestido de punto verde muy sencillito que adorno con un cinturón marrón, cuyo cierre me parece súper original. Ambas piezas las compré en Chic, en la calle Fuencarral de Madrid.
Los pantys son de El Corte Inglés y la camiseta de lycra de media manga, de Zara. Como os he contado en otras ocasiones, la compré con las mangas largas, pero las he transformado en medias mangas, porque me siento mucho más cómoda.
Complemento el look con unos pendientes de bola y un anillo del mismo color que el vestido. Los tengo de hace tantísimo tiempo que no recuerdo dónde los compré. En la solapa decoro el vestido con un broche que yo misma he realizado con fieltro. El esmalte de uñas es de YesLove, el color número F06.
Las botas marrones son de Aurori, en la calle Fernández de los Ríos, de Madrid. Y el bolso lo compré en Hermosa, en Fernando el Católico, en la misma ciudad.
Me cubro con un abrigo marrón, de fondo de armario, que ya os había mostrado en anteriores entradas. Y me envuelvo en una maxi-bufanda creación de mi madre. Es larguísima y muy muy calentita. La puedo poner de miles de maneras... ¡me encanta!
¡Gracias, ama!
Los guantes son verdes, de piel vuelta, comprados en Carrefour.
Y... ¿qué me decís de la diadema? ¡A qué es una chulada! Tengo varias, todas hechas por mí, os las iré enseñando... La que llevo hoy es una de las que pasan más desapercibidas. Todos estos tocados realizados con plumas, sobre todo los más grandes, son geniales para llevarlos en bodas.
El look de hoy te lo dedico a ti, lectora de las cuissardes marrones.
¡Y ya es febrero, chicas!
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