Visto una falda asimétrica dorada, con un body también asimétrico de color negro. Ambas prendas las adquirí en Bershka. Este tipo de faldas ya se han visto bastante este invierno, pero estoy segura de que van a estar en boga esta primavera.
Complemento el estilismo con un cinturón negro a base de lentejuelas y unos zapatos de salón de piel de melocotón también negros. El calzado lo compré en Iris, en la calle Fuencarral de Madrid; y el cinturón es de Zara. Las lentejuelas le dan un aire muy de fiesta a cualquier look, ¿verdad? Además, llevo pantys de Calzedonia.
Al final, la noche se alargó y no salimos a ningún sitio, por lo que no necesité cubrirme más. Aun así, había pensado abrigarme con una chaqueta de polipiel negra, comprada en Nairda; y un pañuelo amarillo con brillos dorados, que compré hace muchos años en un puesto callejero.
Hubiera llevado un bolso de mano de polipiel dorada y decorado con tachuelas en sus esquinas.
Los accesorios que elegí fueron, ¡cómo no!, en dorado. Llevé unos largos pendientes con circonitas, de Misako; un gran anillo con calados, de Miracle; y una pulsera con grandes eslabones, de Bijou Brigitte.
Este estilismo tan elegante lo acompañé con un esmalte de uñas negro. Es el color número 467 de Yes Love.
¡Hasta mañana, chicas!
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